viernes, 2 de diciembre de 2011

Juana Rangel de Cuellar


Juana Rangel de Cuellar
Tomado del libro CITA HISTÓRICA de Luís A. Medina S.

En estos datos históricos, nos ha servido de guión el historiador más ilustre que ha tenido Cúcuta y panegerista de la fundadora de Cúcuta, señora Juana Rangel de Cuéllar, don Luis Febres Cordero.

Es un esbozo genealógico y biográfico, del cual nos ocuparemos del Capitán Antón Esteban y su señora esposa doña Juana Rangel, de Beatriz Rangel, de Alonso Estebán Rangel,ge doña María Cuéllar, de Alonso Rangel de Cué- llar, de Pedro Rangel de Cuéllar y de la fundadora de Cúcuta doña Juana Rangel de Cuéllar.

Terceros abuelos

Entre las primeras familias pobladoras de Pamplona —ciudad fundada por Ursúa y Velasco en 1549— estaba la del Capitán Antón Esteban y su esposa doña Juana Rangel, procedentes de la villa española de Almendralejo, en Extremadura. Antón Esteban sirvió en la conquista y fundación de la ciudad de Muzo y San Cristóbal, y fue muerto por los indios motilones del Zulia.

Otra familia era la del Capitán Alonso Carrillo y doña Beatriz de Cuéllar, oriundos aquél de la villa de Azuaga, en el mayorazgo de Santiago, y ella de la villa de Tarascóris Es-paña. El Capitán Carrillo después de haber servido en la conquista de Valledupar, entró al Nuevo Reino con Armendariz y fue uno de los conquistadores de Pamplona, donde recibió la conquista de Bochalema, por título de 6 de febrero de 1550, la cual disfrutó durante cincuenta años.

Segundos abuelos

Hijo del primero de los citados matrimonios fue Alonso Esteban Rangel (simplemente Alonso Rangel, como él fir-maba) quien casó en Pamplona con doña María de Cuéllar, de la prole del segundo. El Capitán Rangel se distinguió por ejecutorias de conquistador: asistió en 1561 con Juan Maldonado a la fundación de San Cristóbal; en 1570, con Francisco Fernández, a la de Ocaña; luego en 1576, con Francisco de Cáceres, a la de La Grita; luego en 1577 a la de Barinas, y asentó en 1583 la ciudad de Salazar de las Palmas, de la que fue constituido Alcalde por dos vidas. Falleció en Pamplona en 1590. Es de notar que tanto el Capitán Rangel como su esposa usaban solamente el ape-llido materno. En aquellas épocas tal uso era común en la mujer.

Abuelos

Del anterior enlace nació en Pamplona en 1579 Alonso Rangel de Cuéllar, en quien se funden los dos apellidos que había de llevar la Fundadora de Cúcuta. Ejerció el cargo de Alcalde de Salazar, heredado de su padre y fue Familiar del Santo Oficio y encomendero en su ciudad nativa. Tomó por esposa a doña Jacinta Floriana de Rivas.
Padres

Pedro Rangel de Cuéllar, hijo de los anteriores, vió la luz en Pamplona en 1623. Con él llegamos al padre de la Fundadora. Se trasladó a Mérida y hacia el año de 1645 contrajo matrimonio con doña Paula Altuve Gaviria y Vedoya. En 1647, amenazado el puerto de Gibraltar por los piratas, salió con gente de guerra a su socorro, y más tarde, de nuevo en Pamplona, ejerció el cargo de Alcalde y también en Salazar. Falleció en la ciudad de su nacimiento en 1672.

La Fundadora, sus hermanos y sobrinos

Del matrimonio de don Pedro Rangel de Cuéllar y doña Paula Altuve Gaviria y Vedoya, procedieron seis hijos:

1. Alonso Rangel de Cuéllar, Presbítero.

2. Francisco Rangel de Cuéllar quien tomó igualmente el estado eclesiástico.

3. Jacinta Rangel de Cuéllar, nacida en Pamplona (1648), como sus hermanos menores.

4. JUANA RANGEL DE CUELLAR, la Fundadora de Cúcuta, de quien diremos adelante.

5. Pedro Rangel de Cuéllar. (1651). De su enlace con doña Jacinta Ramírez de Rojas, nació Francisco Rangel de Cuéllar, tronco de la extensa y distinguida familia que se ramificó en estos valles, en la cual se hallan las figuras pro-ceras del General Pedro Fortoul y el Coronel José Concha, Joaquín María y Benigno Amado; la flor de espiritualidad intensa que llevó el nombre de José Asunción Silva, el doctor José Vicente Concha, Presidente de la República de 1914 a 1918, y las alondras cucuteñas Hortensia, Dorila y ámira Antommarchi.

6. Nicolás Rangel de Cuéllar. (1653). Se radicó en Mérida, donde formó hogar con la señora María Gaviria Maldonado Ospina. Hijo suyo fue Clemente Rangel de Cuéllar, en cuya descendencia vemos surgir en la patria de Bolívar varones de tan recia contextura como el prócer Antonio Rangel, el doctor Antonio María Briceño, el patricio José María Briceño Altuve y muchos otros.


DOÑA JUANA RANGEL DE CUELLAR

Ilustre, generosa y magnánima señora cuyo nombre estampamos con especial reverencia y agradecimiento, nació en Pamplona el 6 de octubre de 1649, en la casa que sirve hoy de Palacio Espiscopal, propiedad de sus mayores, y fue bautizada el 25 de mayo de 1651, según lo expresa la siguiente partida: "Joana— En Pamplona, en veinte y cinco de mayo de mil seiscientos y cincuenta y un años, yo el Mtro. D. Frdo. Carrillo y Sotomayor, presbítero, capellán del convento de monjas de Santa Clara, con Licencia del Párroco, dije bendiciones, puse óleo y crisma a JOANA, hija legítima del Capitán D. Pedro Rangel de Cuéllar, Alcalde ordinario, y de Da. Paula de Altuve; fue padrino el Dr. Alonso Rangel de Cuéllar; a la cual echose agua a necesidad en seis de octubre del año de seiscientos y cuarenta y nueve; fue padrino el dicho Dr. y lo firmo de mi nombre. --Mtro. Don Fdro. Carrillo y Sotomayor".

A la edad de veintitrés años quedó Huérfana de padre (1672) y vino entonces a residir a Tonchalá en unión de doña Paula, señora que falleció allí en 1694.
Fue poseedora de cuantiosos bienes, entre los cuales estaba el sitio de Tonchalá, que hubo por herencia de un tío, el acaudalado sacerdote don Alonso Rangel de Cuéllar; la estancia del Rodeo del Cazadero, habida por bien hereditario paterno; la estancia de Morantes; el cerro del Magro; el sitio de Guauas y el célebre sitio del Guasimal. Fue además dueña de numerosos ganados y poseyó la casa solariega de Pamplona, donada por su hermano mayor.

La Fundadora firmó varias escrituras de libertad de esclavos "poniendo en consideración el mérito que para con Dios podría conseguir en sacar de cautiverio y poner en li-bertad a cualquier esclavo cautivo".

De ellas citamos la otorgada el 10 de noviembre en favor de José, de edad de veintiún años; otra, también en 1727, en beneficio de los mulatillos Teodora y José Prisio, éste de cuatro meses y Teodora de dos arios, y otra fechada en 1733 en favor de la párvula Inés Rafaela.

A la avanzada edad de 84 arios 17 de junio de 1733 firmó en Tonchalá la escritura por la cual donó media es-tancia de ganado mayor del sitio de Guasimal para fundar a Cúcuta.

Dos años después 24 de junio de 1735 asistía como madrina de un niño bautizado en la capilla de la naciente población; pocos meses más tarde otorgó memoria testa-mentaria, falleció en esta Parroquia a fines de 1735 o principios de 1736.

La ilustre dama fue célibe. Sus dos apellidos, como he-mos dicho, proceden de doña Juana Rangel y doña Beatriz de Cuéllar, fundidos a partir de don Alonso Rangel de Cuéllar.

Caracterizó a la señora Rangel de Cuéllar la magnanimi-dad. tomo esplende en el rasgo perennemente memorable a cuyo poder surgió nuestra magnífica urbe; en los documentos que suscribía "usando de piedad caritativamente para sacar de cautiverio y poner en libertad" a sus esclavos; en la ternura hacia la autora de su existencia, a quien "sirvió y atendió con todo amor y voluntad, sustentándola a expensas suyas por espacio de casi veinte años", según la efusiva expresión de doña Paula en una de las cláusulas de su testamento; en las valiosas dádivas con que coadyuvó a la erección de la primera Iglesia cucuteña y al impulso de la entidad civilizadora que nacía. Su corazón prodigaba las acciones benéficas a la manera que luz vierte las facetas de un diamante.

Una circunstancia cronológica llama la atención en el nacimiento de doña Juana: cumplía Pamplona (1649) el primer centenario de vida. La primógenita del Norte se decoraba ya con el prestigio de cinco urbes que se habían nutrido a su fecundo seno: Mérida la ciudad de los Caballeros, San Cristóbal, Ocaña de la Nueva Madrid, Espíritu Santo de la Grita y Salazar de las Palmas. Venía ahora al mundo la dama que iba a engastar en la corona maternal nueva valiosísima gema: Cúcuta, la Ciudad Princesa!

Entre los cultos que constituyen tiembre de honor para los pueblos figura, en elevado término, el que tributan fervoroso a los que asentaron las bases de su existencia ciudadana. En un aspecto del mandato que se consigna en el decálogo de las edades; Honrar a padre y madre. Tiempo es ya de que a la genitora de nuestra moderna vida de ejemplar decoro, se erija un monumento digno de su gesto, capaz de su gloria, predicador de su hidalguía. Es tiempo de que se le rinda tributo solemne en el bronce o el mármol, que llene ese vacío en la conciencia cucuteña. Generalmente desconocida es aquella gran figura histórica, y se impone como un deber de gratitud traer su recuerdo al homenaje de los hijos todos de esta ciudad, particularmente de la niñez y de la juventud escolares. El 17 de junio debe ser fiesta cívica de San José de Cúcuta. Cada año en esa fecha habremos de ir a colocar una flor al pie del monumento de la dama filántropa y a visitar el sereno paraje donde alentó por largo tiempo su ser esclarecido y donde firmó la partida de bautizo de Cúcuta. Y es que en medio del ruido afanar que experimenta el hombre a la voz de las diarias aspiraciones y necesidades, precisa que se levante la veneración al pasado, el cual dilata sus vividos reflejos sobre el presente y el porvernir. iCuán hermoso aparecerá la efigie de la augusta dama en el jardín central del suntuoso Palacio del Municipio, sitio señalado para la apoteosis con justicia!

1 comentario:

OCTUBRE dijo...

En la localidad de Aranda de Moncayo, Zaragoza, España, hay monte con el nombre de Cucuta ,. Para su identificación ha al lado hay proyectos eólicos, en el Parque Sur del Moncayo.
Habrá alguna conexión?
Saludos Eduardo villa eduardovillatorres@gmail.com