domingo, 4 de diciembre de 2011

Asilo Andressen de Cúcuta


Asilo Andressen de Cúcuta
Tomado del libro CITA HISTÓRICA de Luís A. Medina S.


Es natural rendir culto a los pueblos, a su historia y obras de civismo, altruismo, sensibilidad social, de amor, veneración y de respetuoso reconocimiento a la memoria de sus fundadores. Hoy, con apuntes históricos de Guillermo Solano Benítez, mi ilustre profesor de colegio y otros de quien escribe, presentamos un bosquejo de la fundación del ASILO ANDRESSEN y su benemérita fundadora doña Teresa Briceño de Andreseen Moller

Esta magna obra de caridad fruto de la filantropía de doña Teresa Briceño de Andressen Moller, el 31 de marzo de 1907, en una amplia casa para vivienda de niños huérfanos, dotada de una Capilla y amplios espacios ocupaba la casona media manzana de terreno, ahí en la avenida 4a. calles 17 y 18, sirvió de albergue a los niños huérfanos.

HERMANAS DE LA CARIDAD. Esta comunidad religiosa, lanzó la idea de fundar un Asilo para niños y niñas huérfanas, promoviendo una colecta pública que alcanzó a recolectarse la suma de $4.140.oo, más $3.000.oo donados por doña Teresa y su esposo, y $760.20, recolectados por la señorita Josefa Andrade Berti; fueron en total $7.900,20, de los cuales $4.000.oo se destinaron a comprarle al doctor Carlos Matamoros el lote de terreno para complementar el lote destinado al Asilo; $1.400.20, dados a las Hermanas de la Caridad para que trajeran más personal suyo a dirigir el Asilo. Y los restantes $2.500.oo los tomó el señor Andressen dando un interés manifiesto a la obra de los trabajos, que empezaron en 1904, por la Reverenda Madre Natividad superiora de las Hermanas de la Caridad del Hospital San Juan de Dios.

Esta obra tuvo un costo de $22.500.oo pesos oro de lo cuales abonó totalmente doña Teresa, para que lo recolectado por bondad y generosidad de las gentes no se dispusiera y se destinase únicamente al funcionamiento del Asilo.

DOTACIÓN Toda la dotación del Asilo fue traída de Hamburgo por doña Teresa; cocina de hierro, cunas de hierro, los ornamentos para la Capilla y una bella reja metálica para encerrar el jardín.

De doña Teresa Briceño de Andressen Moller, sin hipérbole podemos decir que, ha sido la más eminente señora que ha tenido Cúcuta, por su esclarecido civismo y generosidad sin par.

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