domingo, 4 de diciembre de 2011

Comienzos de la radiodifusión en Cúcuta


Comienzos de la radiodifusión en Cúcuta
Tomado del libro CONOZCAMOS A CÚCUTA del Dr. Fernando Vega Pérez, presidente de La Academia de Historia del norte de Santander.
Dr. Mario E. Mejía Díaz Academia de Historia del Norte de Santander


En ese Cúcuta, decía, se rompió con la espectacularidad y resonancia de los truenos y de los rayos del Faro Natural del Catatumbo, y con la tranquilidad del silencio, cuando apareció por primera vez lo más moderno que la gente conocía, una Estación Radiodifusora. Esa maquinaria misteriosa, complicada, y, claro, sorprendente, se inició con la Voz de Cúcuta en el año de 1 .933, cuando a Don Alejandro Sánchez Cuadros y a su hermano el Ingeniero Pompilio, venido de Tunja, les dió por traer, armar y poner en uso el maravilloso complejo eléctrico. Sus equipos se instalaron debajo de la escalera que conecta el 1° con el 2° pisos de la Gobernación, contiguos al Salón de la Asamblea, y los Estudios, quedaban exactamente en la pieza de en frente, hoy ocupada por la Secretaría de Desarrollo. La gente desfilaba constantemente para admirar las instalaciones y se decía que nadie podía acercarse a menos de 7 mts. de los mágicos aparatos porque quedaba carbonizado como un chicharrón. Poco a poco se fue desvirtuando esta sentencia y nadie atendía la prohibición.

Al frente de la Gobernación por la Avenida 5, estaba el Hotel Real, más o menos donde hoy está una oficina de Telecom, el cual tenía un gran patio en el que se instaló una tarima de madera de unos 3 metros en cuadro que fue el nacimiento del “TEATRO DE TODOS Y PARA TODOS”, dirigido por Don Roberto Fuentes París, pionero de las comunicaciones radiales, también. Mucho tiempo estuvo este radioteatro allí. Más tarde los Estudios pasaron a una casa grande situada en la calle 8 entre avenida 6y 7 al frente de donde funciona hoy el Colegio de la Presentación; luego, los Estudios fueron trasladados a una casa situada en la calle 9 entre avenida 5 y 6, donde hoy está la panadería la Araña, más tarde fueron pasados al Edificio Rosaver, hoy Mara - Maracay y Maracaibo. Fue locutor oficial durante mucho tiempo el distinguido cucuteño, artista y hombre de tertulias Don Luís María Díaz Mateus, pero también lo fueron, Doña María Vera de Marcucci y otros más entre los cuales figuró en sus comienzos un poeta, caballero también de tertulias y tenidas bohemias, a quien se le conoció con el apodo de “Don Pereque” (no recuerdo su nombre).

Antes de trasladarse los Estudios a la calle 8, estuvieron en lo que hoy es el Aire Libre y allá seguía sus labores Don Roberto Fuentes París, ya nombrado, y ahí empezó su famoso programa “BUSCANDO UNA ESTRELLA”. Este programa tuvo crecida audiencia y dió oportunidad a muchas personas, niños, jóvenes y viejos para que pusieran a prueba sus condiciones artísticas y logró ser una verdadera “escuela” de vocaciones. Varios de sus participantes tomaron más tarde el camino artístico consagrado, pero hubo una pareja que ocupó puesto nacional e internacional que fue el “DUETO DE LAS HERMANITAS PÉREZ”, que nació bajo la iniciativa y protección de Roberto. Procedente de la Provincia de Ocaña, fue padre en ese hogar Don Benjamin Pérez Pérez, hombre de modestia singular, gran señor, escritor, poeta y letrado quien fuera Director de Educación en el Departamento y terminó como Secretario Privado del Ministro de Gobierno, en Bogotá. Vale la pena recordar que Fuentes París premiaba a los concursantes con unos obsequios - sorpresas que consistían en cinco pesos y un “micro - mercado” que comprendía un kilo de café, un kilo de azúcar, un kilo de arroz, una libra de mantequilla y una paca de pan. La labor de Roberto Fuentes París fue verdaderamente admirable. Tenía en su programación una parte cómica a cargo de un payaso que hacía el deleite de los asistentes y a quien llamaban Don Pomponio y que era nadie menos que el distinguido señor, muy notable músico y hombre dedicado a la electrónica, Don Hermes Suárez.

Posteriormente aparecieron otras Estaciones y la segunda fue La Voz del Norte, después Radio Guaimaral, la Voz de la Gran Colombia, Radio Internacional, Radio Tasajero. Las otras, entre las 22 que hay actualmente (1.950), pertenecen ya a una época muy reciente. Otro personaje fundamental en nuestro mundo de la Radio, fue Don Carlos Ramírez París, quien también fuera, además, un verdadero exponente cívico y en consecuencia, líder y servidor ejemplar en funciones ciudadanas oficiales y privadas. Fue Alcalde de la ciudad y murió trágicamente en un oscuro crimen a una cuadra de los Cuarteles de (a Policía. Al lado de estos iniciadores se debe consagrar un recuerdo muy especial a los Locutores, Doña María Vera de Marcucci, Don José Rafael Mogollón (conocidísmo por su célebre sentencia : “allá estaremos”, Don Roque Mora y Don Alvaro Barreto, el célebre “Mocho Barreto”, tal vez el más clásico de ellos y quien todavía ejerce su magnífica condición profesional.

Esta breve reseña no está completa; por eso es breve, pero tiene por objeto recordar un momento especial en el desarrollo cultural de nuestra ciudad y para el autor de estas líneas la oportunidad, especial y muy apreciada, de rendir un tributo de admiración a otra de las fuertes columnas de la radiodifusión en nuestro Departamento, el Doctor José Neira Rey, abogado, letrado, también escritor y hombre de gran cultura, cuya tenaz actividad, con las consiguientes dificultades y decepciones sobrellevadas con cívico entusiasmo, le han permitido celebrar los 42 años de su Voz de la Gran Colombia, lanzada al aire el 12 de octubre de 1.959.

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